Uno de los problemas más importantes y que nos preocupa a todos son las grietas en la pared y fisuras que aparecen en el hogar. Estas pueden ser tanto en las fachadas, exteriores, en los muros, etc. Su forma también es muy diversa pudiendo ser grietas verticales, horizontales, diagonales, paralelas, entre otros.
El motivo por el cual aparecen estas grietas son muy diversos. Bien puede que sea por humedades, por la mala calidad de los materiales, por dilataciones, por una inadecuada aplicación de revestimientos, por errores en la ejecución del proyecto, entre otros.
Una de las más frecuentes se debe al asentamiento de propio edificio. Es durante los primeros 10 años de vida en los cuales se notan más las pequeñas grietas y las fisuras pues el edificio se está asentando al terreno.
Lo primero que tenemos que hacer es observar muy bien cómo son esas grietas y fisuras en general.
Cuando nos referimos a una fisura nos estamos refiriendo a una pequeña raja que aparece en lo que es el propio material de revestimiento. Esta fisura tiene un ancho mínimo, que bien se podría parecer a una venita o a un pelo. A veces podría incluso parecer que está mal enfoscado o que está mal pintado.
En cambio, una grieta es algo más importante. Estamos hablando de una abertura profunda que hay en el propio muro o ladrillo. Tiene un espesor mayor y por ende puede haberse creado por el propio movimiento de las tierras, vibraciones del suelo, entre otros.
Al aparecer alguna grieta debemos de tomar acción inmediata pues pueden llegar a ser peligrosas. Lo mejor en estos casos es acudir a un experto especialista que nos indique claramente cómo es la grieta, el tipo de dilatación, calibración y qué peligros existe en ello.
Puede que estemos frente a un caso aislado, pero puede que no, que por el contrario se trate de una grieta que va a provocar algunos inconvenientes a futuro. Tratar de taparlas con un enlucido o plaste no es la solución pues puede llegar a ser peor. Hay que ir un poco más allá y evaluar su evolución y recorrido.
En el caso de que no hayan pasado 10 años de la construcción de la vivienda, será el seguro del constructor el que debe de hacerse cargo. De lo contrario, es el seguro del hogar al que hay que llamar o a una empresa especializada en reparaciones para que venga a ayudarnos con las grietas en la pared.